Los teléfonos mucho más esenciales de la década

Mamparas enormes, concretes pequeños

Las pantallas de los teléfonos estuvieron medrando de forma continua desde, bueno, desde hace tiempo. Pero en el momento en que, en 2014, Apple decidió liberarse de la pantalla de 4 pulgadas del iPhone 5 a favor de un display de 4,7 pulgadas en el iPhone 6, y un display aún mucho más grande de 5,5 pulgadas en el 6 Agregado, el planeta se sorprendió. .

Varios temían que la pantalla ampliada complicaría la utilización del teléfono con solo una mano. Ciertos sintieron que las pantallas mucho más enormes eran sencillamente superfluas. No obstante, la gama iPhone 6 probó ser entre los modelos mucho más populares de Apple: las dos variaciones vendieron un total de 220 millones de entidades antes que se suspendieran un par de años después de la publicación.

En verdad, el reconocimiento de los teléfonos aun subsistió al ‘bendgate’, en el que la estructura de aluminio se doblaba bajo presión. Apple aseguró a los usuarios que esto era increíblemente extraño, pese a integrar publicaciones en listas negras que probaban si los teléfonos se doblarían o no.

Con la publicación del 6 y 6 Agregado, Apple se comprometió a expandir el tamaño de los modelos de iPhone. Los teléfonos Android habían estado empujando los límites de los tamaños de pantalla de teléfonos admisibles en el transcurso de un tiempo, y con Apple uniéndose al carro, no había oportunidad de que la carrera se desacelerara.

No obstante, Apple tenía mucho más cambios discutidos en la tienda. Con la serie iPhone 7, quitó el conector para auriculares.

Es bien difícil enfatizar qué discutido fue este cambio en ese instante. Los usuarios sencillamente aguardaban que los teléfonos tuviesen un conector para auriculares; tras todo, si no tuviese un conector para auriculares, ¿dónde podría enchufar sus icónicos auriculares blancos de Apple?

En el acontecimiento de lanzamiento, los ejecutivos de Apple se jactaron de que este cambio requería «valor». Para llevar a cabo el iPhone 7 mucho más angosto que jamás, debieron perder el conector para auriculares. Y, más allá de que la compañía daría una llave para conectar audífonos regulares al puerto Lightning, se se encontraba adelantando a un cambio a audífonos inalámbricos que bastante gente sencillamente no habían soñado.

Más allá de que el iPhone 7 no fue el primer teléfono que se envió sin un conector para auriculares, precisamente fue el modelo mucho más habitual en liberarse del puerto. La relevancia del iPhone 7, entonces, no procede de una característica que consiguió, sino más bien de una característica que suprimió. Apple había probado que el futuro de los teléfonos era uno sin cables (los auriculares bluetooth son mucho más populares que jamás y los usuarios están empezando a reclamar la carga inalámbrica) y el resto de la industria siguió el ejemplo de la compañía.

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