El Samsung Galaxy S8 fue un auténtico cambio de juego en el planeta de los teléfonos insignia. Su diseño prácticamente sin bisel verdaderamente encolerizó a la rivalidad de Google plus y Apple, realizando que los Pixel y los iPhones simulen obsoletos en un momento. Sin nombrar que tenía una enorme cámara, un display de calidad y una duración de batería increíble, sin parar de ser angosto y manipulable. No era totalmente alquimia, pero era la segunda opción mejor.
Realizar una optimización destacable en el S8 iba a ser bien difícil, y semeja que Samsung no lo intentó. En cambio, se escoge realizar ciertos cambios aquí y allí para progresar el S9, sin procurar mover el bote.
El S9 se lanzó hace prácticamente un par de años y está comenzando a sentirse un tanto largo, singularmente en comparación con la serie Samsung S10. No obstante, ¿podría el S9 ser una ganga muy tentadora en 2021?
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